Enfoque
La comunicación presenta los primeros resultados del proyecto de investigación La igualdad de género en los usos del tiempo: cambios, resistencias y continuidades (GENERA) que tiene como objetivo general estudiar, desde la perspectiva de género, los cambios, las resistencias y las continuidades en los usos del tiempo dedicado al trabajo doméstico y de cuidados. En concreto, la atención recae en analizar la heterogeneidad de las tendencias de cambio, el carácter social de las transformaciones cotidianas, así como los límites y las tensiones que acarrean. Uno de los objetivos específicos de la primera fase de la investigación ha sido captar los discursos y analizar los imaginarios en torno al trabajo doméstico y de cuidados. Tomando como punto de partida las discusiones teóricas sobre los orígenes epistemológicos de ambos trabajos, se presenta un conjunto de evidencias empíricas que muestran las coincidencias y los desencajes entre los conceptos analíticos y la vida cotidiana de las personas. Para ello, se ha desarrollado una aproximación metodológica cualitativa con la realización de ocho grupos de discusión diseñados según distintos perfiles sociológicos en función del género, la clase social y las responsabilidades de cuidados.
Los resultados señalan como la emergencia de la responsabilidad de los cuidados difumina sus fronteras con el trabajo doméstico a nivel cotidiano, mientras que se mantiene cierta separación entre ambos trabajos a nivel simbólico. A partir de los discursos analizados, los relatos sobre la cotidianeidad señalan la fusión, como un contínuum, de lo doméstico con los cuidados, así como la estructura sexuada de la vida cotidiana. De manera que las mujeres, especialmente las madres jóvenes, aluden a la sobrecarga de trabajo, la carga mental y la doble presencia; mientras que la realidad de los hombres difiere entre los que se sienten sobrepasados por las exigencias de la paternidad y los que manifiestan cierto control cotidiano ante los cuidados de larga duración. En cambio, a nivel simbólico, emergen las fronteras entre las tareas domésticas y los cuidados según el conjunto de valores e ideales atribuidos a ambos trabajos que, entre otras cuestiones, condicionan las posibilidades de externalizar parte del trabajo. En términos generales, el trabajo doméstico se tiende a subestimar e invisibilizar, mientras que el de cuidados se sobrevalora acorde a un imaginario social que reconoce la familia como la principal y mejor responsable del mismo. Sin embargo, aparecen diferencias según las condiciones materiales de existencia que apuntan distintas ambivalencias simbólicas entre las crianzas intensivas, la obligación moral de los cuidados y la lógica productivista. En conclusión, dichas ambivalencias dibujan algunos de los retos a considerar para el diseño de políticas públicas orientadas a fomentar la corresponsabilidad y revisar la organización social de los cuidados.
Rafaela Mezzomo Contessotto
Comentó el 16/10/2023 a las 14:02:30
Boa Tarde, sou de Brasil e achei muito interessante os resultados que encontraram nesta investigação, principalmente por colocar os homens e como realizam as tarefas, qual sua percepção sobre os cuidados que são visivelmente bem diferentes do que das mulheres que são socializadas a cuidar desde crianças. Queria saber se há um recorte de raça e classe nestas discussões?
Muito obrigada e parabéns
Raquel Edith Partida Rocha
Comentó el 08/10/2023 a las 21:24:01
Sara Vicent y Joan:
Muy interesante la definición de la variable ciclo vital para sobre las distintas situaciones que implican las responsabilidades de cuidados según su naturaleza (criaturas, personas mayores o dependientes) más allá de la edad de quién asume dicha responsabilidad, y, no está únicamente determinado por la edad. Por ejemplo, si utilizan la perspectiva interseccional puede ser una propuesta que, de nuevos resultados, pues la vida cotidiana de una mujer de 30 años de origen étnico inmigrante, que no vive en el hogar, que tiene hijos, algunos con ella y en otras en el país de origen frente a una de 30 años que aún vive en el hogar de origen y no tiene hijos difiere de la vida cotidiana.
Que le hace diferente en un ciclo de vida con diferencias raciales, género y clase social, los estándares exigibles en las tareas del hogar (disminuye el nivel de exigencia y dedicación) en contraste con las maternidades y paternidades intensivas (aumenta el nivel de exigencia y dedicación). Cómo se puede romper los esquemas de explicación en donde normalizamos que quienes cuidan, se trata también de mujeres, en situaciones, en muchas veces, más precarias de quienes ellas cuidan, es la precarización de la precarización entre mujeres. También puede ser una cortina de humo en el sentido de centrar el debate, en los sujetos e individuos, por las diferencias de los géneros, y no en el debate central, que el sistema capitalista, involucra a una sobre explotación entre los géneros, uno de los hombres sobre las mujeres, las mujeres sobre mujeres menos educadas y con diferencias raciales (latina, africana, hindú, árabe etc etc). Muchas felicidades.
Mª José Torres Haro
Comentó el 06/10/2023 a las 20:22:26
Buenas tardes y enhorabuena por la comunicación!
Me gustaría saber si contempláis en vuestra investigación la influencia que tiene dicha ambivalencia de los cuidados en el ámbito laboral.
Muchas gracias y un cordial saludo,
Mjosé
Irene Lapuerta Méndez
Comentó el 05/10/2023 a las 18:36:13
Querida Sara y queridos Vicent y Joan:
En primer lugar, enhorabuena por el trabajo y la explicación que ha realizado Sara (muy clara y didáctica, como siempre!). Me gustaría saber si ya habéis publicado algo que recoja los resultados de vuestro nuevo proyecto y la ponencia que nos habéis presentado. Os agradeceremos la referencias para poder leerlas y citarlas. También me gustaría ampliar la información que nos habéis facilitado en dos aspectos fundamentales: 1) ¿habéis observado en los grupos de discusión que habéis realizado si los hombres tienden a sobrevalorar su implicación en las tareas domésticas y de cuidados? Entiendo que quizá ese no era el objetivo de este trabajo, pero creo que las distintas formas de percibir y valorar las tareas en función del género repercute directamente en como se viven (desde el malestar o la satisfacción). 2) ¿Cuáles son las principales implicaciones en términos de diseño de políticas públicas de los resultados de vuestra investigación? Creo que en el caso de las mujeres, dais algunas claves muy importantes, por ejemplo, para ver la trampa que representa el teletrabajo para muchas mujeres (en línea con los trabajos que habéis publicado previamente), pero me gustaría que profundizaseis un poco más en sus consecuencias para el desarrollo de los servicios.
Gracias por vuestra respuestas y enhorabuena de nuevo!
Sara Moreno Colom
Comentó el 06/10/2023 a las 08:54:31
Estimada Irene,
¡Muchas gracias por tus comentarios y preguntes!
Estamos trabajando en dos artículos sobre los resultados de la primera fase del proyecto GENERA, pero aún no están publicados, os mantendremos informadas.
En cuanto a la primera pregunta, efectivamente, en los grupos de discusión que hemos realizado (también con mujeres y hombres sin responsabilidades de cuidados) emergen claramente distintas formas de percibir y valorar las tareas domésticas y de cuidados en función del género: desde el nivel de exigencia y estándares sobre cómo limpiar, cocinar o doblar la ropa, hasta qué dar de comer o cómo vestir a los hijos/as (diferencias menos evidentes en los cuidados de larga duración). Unas diferencias que también hemos captado al analizar los discursos sobre las posibilidades de externalizar parte de las tareas: si bien mujeres y hombres coinciden en lo general, ellas muestran más resistencias a contratar alguien para el cuidado de las criaturas o personas adultas dependientes en comparación a ellos. Estas distintas formas de pensar y percibir las tareas domésticas y de cuidados tienen implicaciones sobre las prácticas cotidianas. Y, enlazando con el trabajo que presentamos en la comunicación, una de estas implicaciones es precisamente las diferencias de género en el contínuum entre trabajo doméstico y de cuidados (lógica sincrónica en las mujeres versus lógica diacrónica en los hombres). En consecuencia, ellas viven el malestar de la doble presencia mientras que ellos experimentan mayor control del tiempo en su cotidianeidad.
En relación con la segunda pregunta, las principales implicaciones de estos resultados en términos de diseño de políticas públicas (centrando la pregunta en el desarrollo de servicios) se podrían plantear, como mínimo, en dos direcciones:
- En primer lugar, pienso que para un buen diseño de la política pública basado en evidencias es necesario, previamente, consensuar que se entiende por cuidados con el fin de establecer una frontera clara entre la dimensión emocional y la de trabajo. Identificar cada una de estas realidades es fundamental para avanzar en la profesionalización de los cuidados y el reconocimiento de su importancia, condición previa para poder articular servicios públicos en esta dirección.
- De manera que, en segundo lugar, pienso que los resultados apuntan a la importancia de ampliar la red pública de servicios de atención a los cuidados profesionalizados (desde educación universal y gratuita 0-3 hasta centros de día y SAD para los cuidados de larga duración). Por un lado, para avanzar en la igualdad de oportunidades y garantizar el bienestar de las personas “dependientes”. Y, por el otro, para facilitar la demarcación de fronteras entre lo doméstico, personal, laboral y familiar de aquellas personas (mayoritariamente mujeres) que asumen la principal responsabilidad de los cuidados viviendo una doble presencia continua que provoca malestar y reproduce las desigualdades.
Espero haber dado respuesta a tus preguntas. En cualquier caso, ya sabes que estaré encantada de seguir comentando.
Un abrazo,
Sara
María Victoria Román Fernández
Comentó el 05/10/2023 a las 17:52:12
Buenas tardes, Enhorabuena por su trabajo. ¿Podrías indicarme algún reto a considerar para el diseño de políticas públicas orientadas a fomentar la corresponsabilidad y revisar la organización social de los cuidados? Un saludo
Sara Moreno Colom
Comentó el 06/10/2023 a las 09:01:50
Buenos días, María Victoria,
Muchas gracias por la pregunta e interés en nuestro trabajo.
Siguiendo también con la respuesta a la segunda pregunta de Irene, pienso que las principales implicaciones de nuestros resultados en términos de diseño de políticas públicas se pueden plantear en dos direcciones:
- En términos de igualdad y corresponsabilidad, favorecer situaciones donde los hombres asuman la principal responsabilidad de las tareas domésticas y de cuidados (permisos parentales iguales e intransferibles, cuotas de género en el teletrabajo…) a la vez que fomentar la lógica de la presencia (y no ausencia) laboral de las mujeres con responsabilidades de cuidados. Básicamente, para favorecer la implicación de los hombres en la dinámica doméstica, a la vez que facilitar la demarcación de fronteras entre lo doméstico y lo laboral en el caso de las mujeres.
- En términos de organización social de los cuidados, en primer lugar, pienso que para un buen diseño de la política pública basado en evidencias es necesario, previamente, consensuar que se entiende por cuidados con el fin de establecer una frontera clara entre la dimensión emocional y la de trabajo. Identificar cada una de estas realidades es fundamental para avanzar en la profesionalización de los cuidados y el reconocimiento de su importancia, condición previa para poder articular servicios públicos en esta dirección.
- De manera que, en segundo lugar, pienso que los resultados apuntan a la importancia de ampliar la red pública de servicios de atención a los cuidados profesionalizados (desde educación universal y gratuita 0-3 hasta centros de día y SAD para los cuidados de larga duración). Por un lado, para avanzar en la igualdad de oportunidades y garantizar el bienestar de las personas “dependientes”. Y, por el otro, para facilitar la demarcación de fronteras entre lo doméstico, personal, laboral y familiar entre aquellas personas (mayoritariamente mujeres) que asumen la principal responsabilidad de los cuidados viviendo una doble presencia continua que provoca malestar y reproduce las desigualdades.
Espero haber dado respuesta a tus preguntas. En cualquier caso, estaré encantada de seguir comentando.
Un cordial saludo,
Sara
Magdalena Correa Blázquez
Comentó el 04/10/2023 a las 13:25:58
Buenos días y muchas gracias por vuestra presentación; Sara, Joan y Vicent.
Encuentro la noción de la ambivalencia en el ámbito de los cuidados de particular relevancia. A este respecto, ¿sería posible profundizar algo más en las diferencias encontradas en la concepción de las tareas domésticas y el cuidado en los distintos grupos sociológicos en juego? Además de esta frontera, que se menciona en la ponencia, entre la crianza y la atención a la dependencia frente a lo doméstico, me resultaría interesante saber si estas diferencias se encuentran acentuadas o aliviadas de manera llamativa entre algunos de los grupos.
Gracias de antemano.
Un cordial saludo,
Magdalena.
Sara Moreno Colom
Comentó el 04/10/2023 a las 18:17:06
Buenas tardes Magdalena,
Muchas gracias por las preguntas y tu interés por nuestro trabajo.
Las principales diferencias en la concepción de las tareas domésticas y el cuidado según los perfiles sociológicos analizados apuntan al peso del género y la clase social según el momento del ciclo vital, si bien cabe profundizar en esta cuestión. A grandes rasgos, las mujeres experimentan con más intensidad el contínuum, especialmente las de clase trabajadora que cuentan con menos recursos para externalizar parte de las tareas domésticas y tienden a naturalizar más la responsabilidad de las mismas. En cambio, los hombres experimentan con menor intensidad el contínuum (dado un nivel de exigencias menor sobre las tareas domésticas y de cuidados), especialmente los de clase trabajadora que mantienen un discurso menos corresponsable.
Espero haber dado respuesta a tu pregunta. En cualquier caso, estaré encantada de seguir comentando.
Un cordial saludo,
Magdalena Correa Blázquez
Comentó el 05/10/2023 a las 12:02:45
¡Muchas gracias por la respuesta! Muy interesante.
Ángel Martín Gómez
Comentó el 04/10/2023 a las 08:58:26
Buenos días,
Enhorabuena por el proyecto que estáis desarrollando y la ponencia. Nuestros trabajos (también cualitativos) realizados en el medio rural de Castilla y León a este respecto, muestran que los varones iniciaron tareas de cuidado informal a las personas mayores tras el impacto de la crisis de 2008. Me explico, se trata de varones que provenían de los sectores donde se produjo una mayor pérdida de empleo y "regresan" a sus hogares y debido a la "necesidad" se encargan de las tareas de cuidado de sus padres. Sin embargo, no tenemos constancia de si esa situación se ha mantenido. Agradecería saber si vuestro estudio ha indagado sobre esta cuestión.
Muchas gracias y buen día,
Ángel
Sara Moreno Colom
Comentó el 04/10/2023 a las 18:05:34
Buenas tardes Ángel,
Muchas gracias por tu pregunta. En este estudio no hemos indagado sobre la cuestión que planteas porque no formaba parte de los objetivos. Sin embargo, la investigación general donde se enmarca la ponencia se focaliza en captar cambios, continuidades y resistencias en torno a los usos del tiempo y los trabajos (doméstico, de cuidados y remunerado). En este sentido, observamos cómo los cuidados a personas mayores suelen aparecer como una responsabilidad sobrevenida que se gestiona según el ideal “en casa y con la familia” y dibujando distintas estrategias de cuidados en función de las condiciones materiales (género, clase social, situación laboral…). Como bien apuntas, otros estudios sobre el impacto de género de la crisis económica iniciada en 2008 evidencian como la situación de paro explica una mayor participación y dedicación de los hombres al trabajo doméstico y de cuidados, si bien se trata de un cambio coyuntural que no parece mantenerse en el tiempo.
Espero haber dado respuesta a tu pregunta. En cualquier caso, estaré encantada de seguir comentando.
Un cordial saludo,
Sara
Paz Olaciregui Rodríguez
Comentó el 03/10/2023 a las 20:32:28
Buenas tardes,
Enhorabuena por el trabajo, me ha parecido muy muy interesante!
revelador en cierto sentido, y complementario/ ilustrativo a las conclusiones que surgieron a partir del trabajo cuanti que realicé.
Tengo dos cuestiones que me han surgido a partir de la visualización del vídeo.
Una pregunta muy sencilla sobre los/las participantes. Hablamos de ciclo vital de quien es cuidado/a (personas mayores mas o menos dependientes y menores de 12 años) pero, ¿qué edad tenían aprox. las personas participantes en los grupos de discusión? ¿Hay alguna diferencia en términos de edad? En nuestro trabajo encontramos que la "responsabilidad" asumida por las mujeres era asimilada de manera distinta entre generaciones, las personas mas jóvenes no expresaban la misma presión a la hora de ejercer esas tareas; quizás por al corresponsabilidad (mas evidente que en la generación del baby boom o silent), por la falta de tiempo, por la transformación del rol de la mujer..
No sé si en vuestro caso lo habéis notado así...
Y por otro lado, no he escuchado en el video, aunque lo intuyo con las explicaciones, el concepto "carga mental", ¿pensáis que esa lógica sincrónica se explica a partir de la carga mental? ... ¿Las personas participantes lo reconocían como tal?
Muchas gracias!
Os seguiré la pista, estoy de Margarita Salas en la UAB con el Grupo Antígona!
Un saludo cordial,
Paz.
Sara Moreno Colom
Comentó el 04/10/2023 a las 17:49:23
Buenas tardes Paz,
Muchas gracias por las preguntas y tu interés por nuestro trabajo.
En cuanto a la primera pregunta, utilizamos la variable ciclo vital para diferenciar las distintas situaciones que implican las responsabilidades de cuidados según su naturaleza (criaturas, personas mayores o dependientes) más allá de la edad de quién asume dicha responsabilidad. Esta decisión se fundamenta en estudios anteriores que hemos realizado donde se evidencia como el ciclo vital tiene un mayor peso explicativo que la edad. Por ejemplo, la vida cotidiana de una mujer de 30 años que aún vive en el hogar de origen y no tiene hijos difiere de la vida cotidiana de una mujer con la misma edad madre de dos niñas. Sin embargo, cuando se comparte una misma situación vital, coincidimos con vuestro trabajo en identificar diferencias generacionales. En este caso, los estudios anteriores que hemos realizado ponen de manifiesto un cambio en los estándares exigibles en las tareas del hogar (disminuye el nivel de exigencia y dedicación) en contraste con las maternidades y paternidades intensivas (aumenta el nivel de exigencia y dedicación). En cualquier de los casos, la clase social permite matizar dichas tendencias de cambio.
En relación con la segunda pregunta, en efecto, las mujeres participantes se referían a menudo a la carga mental como una característica de su cotidianeidad. Si bien, en el análisis que presentamos en esta comunicación nos interesa subrayar la lógica sincrónica como una dinámica donde se superponen tareas domésticas y de cuidados dada la disponibilidad y accesibilidad de las mujeres para el hogar y la familia: limpian cuidando. En cambio, en la cotidianeidad de los hombres las tareas se suceden (dibujando el contínuum), pero no se superponen porque limitan su disponibilidad: si cocinan no cuidan.
Espero haber respondido tus preguntas y estaré encantada de seguir comentando por aquí o en la UAB.
Un saludo cordial,
Sara