Enfoque
España, al igual que otros muchos países, se encuentra ante una crisis del modelo de cuidados, lo que plantea el reto de avanzar en políticas públicas que creen una estructura justa, eficiente y de máxima calidad para garantizar el cuidado infantil. Nos encontramos en un contexto caracterizado, en España, por un lado, por la dificultad para conciliar unos modelos de crianza más exigentes que nunca (especialmente para las madres) con las demandas del mercado de trabajo (con la consiguiente penalización laboral por maternidad) y, por otro, por unos altos niveles de desigualdad económica entre familias y de pobreza infantil. En este contexto, resulta clave realizar mejoras concretas de las políticas públicas basadas en la evidencia científica que permitan garantizar el bienestar infantil a la vez que se fomenta la igualdad de género.
Debido a la importancia de la factibilidad de estas políticas, se plantean a continuación tres ejes prioritarios de actuación, que centran un amplio consenso internacional, junto a los presupuestos necesarios para su implementación.
Respecto al tiempo para la crianza, destaca la reforma del permiso por nacimiento y cuidado del menor. El permiso parental igual para padres y madres, totalmente remunerado, intransferible y que se usa mayoritariamente de forma no simultánea es el mecanismo que se ha mostrado más eficiente para involucrar a los hombres en el cuidado infantil, proteger los recursos económicos de mujeres y hombres y fomentar la igualdad laboral. La reforma del permiso parental al modelo 2+14+14 (dos semanas simultáneas más 14 semanas intransferibles para cada progenitor) no tendría ningún coste presupuestario. También resulta relevante la adaptación de la jornada laboral a las necesidades de las familias actuales, es decir, su reducción hasta las 30-35 horas, con mantenimiento de salario.
Dentro de los servicios educativos y de cuidado, la universalización de la educación infantil de 0 a 3 pública, gratuita y de alta calidad es la política clave a desarrollar. Esta tendría un coste estimado de 2300 millones de euros, si se lleva a cabo la reforma del permiso parental al modelo 2+14+14, puesto que ambas políticas deben relacionarse para cubrir el cuidado infantil. Además, los servicios de educación infantil y primaria públicos deberían garantizar la jornada partida, así como el acceso universal a comedor y actividades extraescolares.
En cuanto a los recursos económicos para la infancia, se debería establecer una prestación universal para la crianza, racionalizando la situación actual y cubriendo a toda la población menor, que a través de los complementos necesarios tenga en cuenta a las familias en situaciones más vulnerables. Se estima poder realizar una reforma de este tipo por entre 2.000 y 11.600 millones de euros, según los mecanismos y formas de cobertura.
La evaluación y presupuestación de las medidas se considera un elemento central para poder priorizar políticas en el proceso político y presupuestario y usar eficientemente los recursos públicos. Además, esta inversión social supondría un elemento de cambio social básico que fomente el bienestar infantil y la igualdad de género.
Raquel Edith Partida Rocha
Comentó el 08/10/2023 a las 20:11:19
Muchas gracias por responder, pero entiendo que en las comunidades autónomas es una forma de organización política y cada región, tiene sus propias políticas, entonces como se puede llevar a cabo como una política pública nacional, saludos y en hora buena.
Irina Fernández Lozano
Comentó el 09/10/2023 a las 13:57:05
Hola Raquel, el Estado tiene la potestad para legislar y establecer el marco general en el que se desarrollan las políticas educativas autonómicas, estableciendo unas normas mínimas que las legislaciones autonómicas deben cumplir. Estas normas mínimas están más desarrolladas en los niveles posteriores pero no tanto en el 0-3, de ahí la variabilidad regional. Un saludo,
Joan Rodríguez-Soler
Comentó el 08/10/2023 a las 20:00:49
Hola Cristina, Irina e Irene,
muchas gracias por vuestra ponencia. Las propuestas que hacéis me han parecido muy interesantes, además de por pertinentes, por lo bien fundamentadas que están.
En relación con la educación infantil de la etapa 0-3, una de las cuestiones que me parece fundamental es la mejora de las condiciones laborales de las educadoras. En el marco de un proyecto europeo en el que participé (y cuya continuación iniciamos dentro de poco), estudiamos las condiciones de trabajo de estas educadoras y son francamente mejorables, particularmente en los centros privados y en los centros de gestión indirecta. La calidad educativa en esta etapa debería ir intrínsecamente ligada a la calidad del empleo en esta etapa.
Me gustaría pediros si pudierais valorar las últimas iniciativas de universalización de la etapa 0-3 en España. ¿Cuál es vuestra opinión sobre el desarrollo de estas iniciativas?
De nuevo, muchas gracias por vuestra ponencia.
Saludos cordiales,
Joan
Raquel Edith Partida Rocha
Comentó el 05/10/2023 a las 00:58:26
Cristina, Irinea e Irene: muy interesante su propuesta, me surge una pregunta ustedes están pensando plantear como una política pública para todo España, o en donde piensan llevar a cabo, pues se da por entiendo que es para todas las comunidades autonomas.
Irene Lapuerta Méndez
Comentó el 05/10/2023 a las 10:14:05
Hola Raquel:
Gracias por tu comentario. Efectivamente, la propuesta que planteamos es para el conjunto de España. Es cierto que la situación de las Comunidades Autonómas es muy dispar en las medidas prioritarias que planteamos, por ejemplo en términos de cobertura del primer ciclo de educación infantil (0-2 años), respecto al abanico de prestaciones (directas e indirectas) por el nacimiento y crianza de los menores y en el desarrollo de prestaciones complementarias que vienen a compensar la pérdida de ingresos derivadas de la utilización de la excedencia o la reducción de jornada por el cuidado de los hijos. No obstante, entendemos que debe haber un desarrollo conjunto y articulado en políticas de cuidado y educación infantil que garantice la protección de las niñas, niños y adolescentes, pero al mismo tiempo permita avanzar en la consecución de la igualdad de género.
Un cordial saludo.
Juan Fernández Fonseca
Comentó el 04/10/2023 a las 09:58:30
Enhorabuena a las tres por el trabajo y la claridad en la presentación. Se agradece además que las propuestas se acompañen de estimaciones de su coste presupuestario, pues así resulta mucho más fácil hacerse una idea de su viabilidad económica.
La pregunta que os quiero hacer tiene que ver con la organización de la educación infantil en España. Actualmente, la educación infantil en la etapa 3-6, pese a no ser de carácter obligatorio, alcanza niveles de escolarización muy elevados, cercanos al 100%. Se trata de una etapa donde además ya se introducen unas pedagogías y formas de enseñanza bastante similares a las de edades inmediatamente posteriores (distribución en aulas por año de nacimiento, división de asignaturas, horarios muy marcados, aulas con pupitres, etc.). Podría decirse que es un curso de tres años pensado casi en exclusiva para que las criaturas adopten los comportamientos y disposiciones que luego necesitarán en los colegios. La etapa 0-3, en cambio, difiere mucho en función del territorio y la escuela concreta en la que se imparta debido precisamente a que no existe una cobertura universal ni un sistema público que tienda a homogeneizar los contenidos y formatos pedagógicos. La pregunta es la siguiente: si se transitara hacia un sistema público universal de educación infantil, ¿tendría sentido mantener esa separación 0-3/3-6?, ¿la cobertura universal debería acompañarse de cambios en la organización interna para no reproducir desigualdades por otros medios? Pensemos, por ejemplo, en un 0-6 más intergeneracional, más dedicado al juego que a la educación clásica de impartición de disciplinas, etc.
Si pudierais aportar unas breves reflexiones a este respecto seguro que serían de gran interés.
Muchas gracias!
Irina Fernández Lozano
Comentó el 05/10/2023 a las 11:39:56
La pregunta que haces es muy, muy relevante, aunque escapa un poco a nuestro ámbito de conocimiento (la sociología y la economía). Creo que una de las claves para poder responder es la etapa en la que se introduce a la lectoescritura en cada sistema educativo. En España es entre los 3 y los 6 (lo que hace que las etapas 0-3 y 3-6 tengan enfoques tan diferentes) pero en algunos países esta introducción es más tardía. Una posible estrategia podría pasar, como apuntas, por una estructuración de la etapa 0-5 más flexible donde la enseñanza y la formación de grupos tuviera en cuenta los estadios madurativos de las niñas y niños (muy heterogéneos a estas edades, pero no tanto posteriormente) y no tanto su edad, e, idealmente, que las niñas/os comenzasen con la introducción de la lectoescritura cuando estuviesen preparados. No obstante, el enfoque de ambas etapas es diverso entre regiones (en algunas predominan más los centros donde ambas etapas están integradas y, por tanto, es de prever que la coherencia entre ambas será mayor).
Estas son nuestras reflexiones sin ser expertas en pedagogía ni psicología infantil.
¡Gracias por tu pregunta!
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